Un año más celebramos el encuentro y día del Orgullo de la Comunidad LGTBI+.
Celebramos los logros y terreno conquistado, aunque en alerta y sin caer en triunfalismo alguno porque las metas a conseguir son todavía numerosas.
Después de más de un año de pandemia que nos ha lastimado a todos, se ha hecho aún más duro para la comunidad LGTBI+ las agresiones y titulares de violencia que se ha ejercido contra miembros de nuestra comunidad en España y fuera de nuestras fronteras. Vemos que cuando pensábamos que la sociedad quiere ser permeable a otras identidades y otras formas de amar han surgido formaciones políticas que no respetan la igualdad ni las leyes que nos amparan en una sociedad libre y laica.
Tenemos que darnos cuenta del riesgo que esto supone para continuar sintiéndonos libres y es necesaria una mayor movilización de la comunidad LGTBI+ para salir en defensa de nuestros proyectos de vida y nuestro derecho a existir. Exigimos que las formaciones políticas se comprometan a dejar de lado cualquier alianza con partidos que no creen en la igualdad ni respetan el ordenamiento jurídico que nos ampara.
La educación es la piedra de toque para una sociedad más justa y más respetuosa con quien no piensa o no es como tú . No hablamos de tolerancia por la connotación negativa que subyace a esta palabra; queremos ser respetados/as/es y valorados/as/es, como una parte indispensable dentro de la diversidad que conforma la comunidad LGTBI+, con especial atención en el momento presente a la comunidad trans con sus necesidades específicas.
Progreso, valores de humanismo, respeto al que es diferente y empatía por parte de toda la ciudadanía y también del estado, del que todas las personas formamos parte, sin diferencia alguna por identidad u orientación sexual, en un país progresista y avanzado.